La hormona antimulleriana (AMH) es fundamental para estudiar la fertilidad femenina. De hecho, los valores altos o bajos son un buen indicador para predecir la facilidad o dificultad que va a tener una mujer para lograr un embarazo.

Las pruebas de fertilidad masculina son fundamentales a la hora de determinar el motivo por el que una pareja no consigue un embarazo. Tradicionalmente, los problemas de infertilidad suelen asociarse con la mujer: edad, existencia de enfermedades (endometriosis, síndrome de ovario poliquístico…), etc.

La baja reserva ovárica es una preocupación habitual entre muchas mujeres que buscan quedarse embarazadas. Esta condición, que implica una disminución en el número de óvulos, puede dar lugar a importantes problemas para concebir.

Embarazo y amenorrea: ¿son compatibles? Si ya has empezado a buscar la gestación o te lo estás planteando, sabes que el embarazo es un proceso complejo que puede verse afectado por diversos factores ambientales y condiciones médicas. Entre estas últimas, la amenorrea es una de las más comunes.

Perimenopausia y embarazo: ¿son compatibles? La perimenopausia es una etapa de transición hacia la menopausia y está caracterizada por síntomas físicos y emocionales que tienen su origen en los cambios hormonales que se producen en el organismo de la mujer. Aunque en este periodo la fertilidad disminuye, es posible quedar embarazada tanto de manera natural como mediante tratamientos de reproducción asistida.

Alimentación y fertilidad: ¿cuál es la relación entre ellas? Como sabe cualquier mujer que esté intentando quedarse embarazada, hay muchos factores que pueden afectar a la fertilidad. Por eso, aunque la dieta por sí sola no suele marcar la diferencia, hay algunos alimentos que pueden ayudar a mejorar la fertilidad femenina y masculina.