El hipotiroidismo afecta a la fertilidad masculina y femenina, aunque suele tener un mayor impacto para las mujeres. Por eso, es frecuente que las mujeres que padecen hipotiroidismo tengan dificultades para lograr el embarazo de manera natural. Como consecuencia, muchas parejas acuden a nuestras clínicas de fertilidad para recurrir a tratamientos de inseminación artificial y fecundación in vitro (FIV).

La estimulación ovárica es una fase clave dentro de los dos principales tratamientos de reproducción asistida: inseminación artificial la y la fecundación in vitro (FIV). Su importancia radica en que permite la maduración de toda la cohorte folicular, pudiendo así conseguir un número mayor de óvulos maduros que pueden ser fecundados.

La tasa de éxito de una fecundación in vitro (FIV) es un aspecto que despierta numerosas preguntas a todas las personas que van a comenzar este tratamiento de reproducción asistida. Por este motivo, hemos elaborado un artículo en el que vamos a abordar las principales dudas sobre el tema.

El diagnóstico genético preimplantacional es una de las pruebas que se realizan en los tratamientos de reproducción asistida, concretamente, en los de fecundación in vitro.

La transición a la etapa de blastocisto es fundamental para el desarrollo embrionario, ya que coincide con el momento en que el embrión debe implantarse en el útero para continuar su desarrollo. Si la implantación tiene éxito, se produce el embarazo.

¿Se puede aumentar la reserva ovárica naturalmente? ¿Cómo se hace? Esta es una de las principales dudas que se plantean nuestras pacientes al enterarse de que tienen una reserva ovárica reducida, lo que suele ser fruto de la edad.