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Por ello, en este artículo te vamos a contar qué es la hipospermia y en qué casos afecta a la fertilidad. Y, por supuesto, te diremos cómo se puede tratar para conseguir un embarazo.
¿Qué es la hipospermia?
La hipospermia es una afección que se produce cuando el hombre expulsa una baja cantidad de semen al eyacular. En una eyaculación, el volumen normal de esperma se sitúa entre 1,5 y 5 mililitros.
Sin embargo, los hombres que padecen hipospermia expulsan un volumen de semen inferior a 1,5 mililitros. En algunos casos, esta baja producción de semen afecta negativamente a la fertilidad masculina, ya que va acompañada de una baja cantidad de espermatozoides o de problemas en la calidad de los mismos.
Sin embargo, hay hombres que, a pesar de presentar hipospermia, no tienen problemas para concebir. Esto se debe a que, aunque su cantidad de semen sea baja, su concentración de espermatozoides es la adecuada.
Causas de la hipospermia
Las principales causas por las que un varón expulsa una baja cantidad de semen durante la eyaculación son las siguientes:
- Alteraciones en los conductos deferentes: los conductos deferentes son unos pequeños canales que transportan el semen. Cualquier anomalía en su anatomía puede hacer que el hombre expulse una menor cantidad de esperma.
- Desequilibrios hormonales: hay determinados problemas hormonales, como una baja producción de testosterona, que afectan al volumen de semen durante la eyaculación.
- Infecciones: las infecciones en el aparato reproductivo masculino pueden afectar a las glándulas y los órganos encargados de la producción y el transporte del semen, como la próstata o el epidídimo. Algunas de las infecciones que pueden causar hipospermia son la prostatitis, la epididimitis, la clamidia o la gonorrea.
- Fármacos: existen determinados medicamentos que pueden reducir el volumen de semen. Por ejemplo, aquellos que se usan para tratar los problemas de próstata, la hipertensión, la depresión o el cáncer.
- Eyaculación retrógrada: en una eyaculación normal, el semen se expulsa hacia fuera, a través de la uretra. En la eyaculación retrógrada, el esperma se dirige a la vejiga, lo que da lugar a un volumen muy reducido o, incluso, a la ausencia de semen.
- Cirugías previas: las intervenciones quirúrgicas en la zona pélvica también pueden ser la causa de la hipospermia. Un ejemplo de ello es la vasectomía y su posterior reversión. La vasectomía consiste en el corte de los conductos deferentes. Cuando una vasectomía realizada hace varios años se revierte, mediante una vasovasostomía, es posible que los conductos deferentes no se puedan unir correctamente. En consecuencia, la cantidad de semen que se expulsa es menor.
- Edad: aunque el paso del tiempo penaliza menos a los hombres que a las mujeres, lo cierto es que el envejecimiento también afecta a la función sexual masculina.
- Estilo de vida: el estilo de vida de cada hombre puede beneficiar o perjudicar su producción de semen. Entre los factores más nocivos están el estrés, el tabaco, el alcohol, las drogas, el sobrepeso y la obesidad.
¿Cómo saber si tengo hipospermia?
Existen una serie de síntomas que pueden advertir de una posible hipospermia. Las señales más relevantes son las siguientes:
- Volumen reducido de semen: en algunos casos, la hipospermia es tan evidente que es el propio hombre el que se da cuenta de que eyacula una baja cantidad de semen.
- Cambios en la apariencia del esperma: en ocasiones, la reducción de la cantidad va acompañada de cambios en el aspecto del semen. Por ejemplo, se vuelve más espeso o viscoso.
- Dificultad para concebir: el hecho de que una pareja busque un embarazo durante más de seis meses o un año sin éxito puede ser un síntoma de hipospermia. Sin embargo, cuando no se logra la gestación es recomendable acudir a una clínica de reproducción asistida, para que los profesionales valoren qué miembro de la pareja tiene dificultades para concebir.
Dicho lo anterior, la única manera fiable de saber si se tiene hipospermia es mediante un análisis de semen, conocido como seminograma. En este examen, el cual es muy sencillo ya que solo requiere una muestra de esperma, los especialistas en reproducción asistida valorarán los diferentes parámetros que influyen en la fertilidad masculina (concentración de espermatozoides, volumen de semen, morfología de los espermatozoides, etc.).
¿Cómo afecta la hipospermia a la fertilidad?
Como ya hemos mencionado, hay ocasiones en las que la hipospermia no compromete la fertilidad. Es decir, aunque haya una baja cantidad de semen, la concentración de espermatozoides y su calidad es suficiente para lograr un embarazo de manera natural.
Sin embargo, hay otros casos en los que el hombre presenta dificultades para tener descendencia. Una vez confirmada esta circunstancia mediante un seminograma, los especialistas en fertilidad estudiarán cuál es el mejor tratamiento para concebir.
En muchas ocasiones, el tratamiento de la hipospermia pasará por tratar la causa subyacente. Por ejemplo, las infecciones o los desequilibrios hormonales. En los casos en los que la baja producción de semen se debe al uso de medicación, será necesario valorar si se puede ajustar la dosis o si existen fármacos alternativos que no causen este efecto secundario.
Cuando las actuaciones anteriores no sean suficientes, será necesario recurrir a tratamientos de reproducción asistida, como la inseminación artificial o la fecundación in vitro. Esto se debe a que en los laboratorios de fertilidad contamos con técnicas para capacitar el semen que no presenta unas condiciones óptimas.
Por último, si estos tratamientos no dieran resultado, siempre se puede optar por la donación de semen. Este método aseguraría la consecución del embarazo, en caso de que la mujer no presentara problemas de fertilidad.
¿Qué hacer para producir más esperma?
En primer lugar, nos gustaría destacar que no existe una fórmula mágica para aumentar la cantidad de esperma y, mucho menos, para hacerlo de forma instantánea. Sin embargo, sí hay una serie de hábitos de vida que ayudan a mejorar la capacidad reproductiva. Y, en consecuencia, a incrementar la cantidad y calidad del semen:
- Dieta: aliméntate de manera saludable y prioriza el consumo de frutas, verduras, cereales integrales (arroz, pan…), lácteos bajos en grasa y proteínas magras (pescado, carne de ave…). Además, bebe entre un litro y medio y dos litros de agua al día.
- Actividad física: haz, al menos, tres horas de ejercicio moderado a la semana.
- Peso: tanto el sobrepeso como la obesidad perjudican el potencial reproductivo. Por lo general, mantener un peso saludable no es difícil con una buena alimentación y ejercicio físico.
- Alcohol, tabaco y drogas: reduce la cantidad de alcohol y evita por completo el tabaco y las drogas.
- Estrés: si padeces estrés, trata de combatirlo con la ayuda del deporte, la meditación, el yoga o la terapia psicológica.
- Descanso: intenta dormir un mínimo de siete horas cada noche.
- Temperatura de la zona testicular: el sobrecalentamiento de los testículos afecta negativamente a la producción de semen. Evita los pantalones muy ajustados y pasar tiempos prolongados a altas temperaturas (baños calientes, saunas…).
- Exposición a químicos: al igual que en el caso anterior, el contacto con determinadas sustancias químicas, como los pesticidas, merma la producción de esperma.
En definitiva, esperamos que este artículo te haya dado una visión amplia de qué es la hipospermia y cómo puede afectar a la fertilidad masculina. Si tienes más dudas, ponte en contacto con nuestros especialistas en reproducción asistida.