Los problemas para concebir son cada vez más habituales y hoy en día hay muchas personas que buscan alternativas accesibles para cumplir su sueño de tener hijos. Entre ellas, la inseminación casera ha ganado cierta popularidad por su aparente sencillez y bajo coste. Sin embargo, este método, lejos de ser inofensivo, puede conllevar una serie de riesgos e inconvenientes que conviene conocer.
En este artículo, te explicaremos en detalle qué es la inseminación artificial casera, cómo se hace y cuáles son sus diferencias respecto a la inseminación artificial que se realiza en clínicas de fertilidad. Además, abordaremos otros aspectos clave, como su legalidad y las tasas de éxito.
¿Qué es una inseminación artificial casera?
La inseminación artificial casera, también llamada autoinseminación, es un procedimiento que consiste en inyectar el semen directamente en la vagina con la ayuda de una jeringa. Este método se realiza en casa, sin la intervención de profesionales médicos, y tiene un efecto similar al de la penetración en las relaciones sexuales. Por tanto, no se considera una técnica de reproducción asistida.
Aunque la inseminación casera puede parecer una opción económica, sencilla y accesible, es importante entender que no cuenta con la supervisión y las garantías que ofrecen los tratamientos médicos realizados en clínicas especializadas. Este hecho incrementa los riesgos del procedimiento y reduce las posibilidades de éxito.
Material para hacer una autoinseminación
Para realizar una inseminación casera, se necesita un kit que normalmente se adquiere en farmacias o a través de Internet. Los instrumentos con los que cuentan este tipo de kits son los siguientes:
- Jeringa estéril sin aguja para introducir el semen en la vagina.
- Recipiente estéril para recoger y guardar la muestra de esperma.
- Guantes desechables.
Diferencias entre la inseminación artificial y la inseminación casera
Como verás a continuación, existen grandes diferencias entre una inseminación casera y una inseminación artificial realizada en una clínica de fertilidad. Esto explica que la probabilidad de éxito de los tratamientos profesionales sea más alta:
1- Estimulación ovárica
Los tratamientos profesionales de inseminación artificial cuentan con una fase de estimulación ovárica, durante la que se administra una medicación hormonal que favorece el desarrollo de los óvulos. Esto aumenta las posibilidades de que uno madure y pueda ser fecundado por el espermatozoide.
2- Control de la ovulación
En los tratamientos profesionales, la estimulación ovárica es controlada por medio de ecografías y analíticas hormonales. Eso permite programar la introducción de la muestra de semen para el momento exacto en el que se produce la ovulación. Al tener un mayor control sobre el momento fértil, con la inseminación artificial profesional se obtienen unas tasas de embarazo más altas.
3- Capacitación espermática
La inseminación casera no permite la preparación y capacitación del semen. Este es un procedimiento que se realiza en el laboratorio y sirve para mejorar la muestra seminal, retirar los espermatozoides de peor calidad y seleccionar los que son móviles y funcionales. Al escoger los espermatozoides más óptimos, aumentan las probabilidades de que alguno fecunde el óvulo de la mujer.
4- Zona donde se deposita el semen
Tal y como hemos contado, en el caso de la inseminación casera el semen se deposita en la vagina de la mujer con una jeringa. Esto hace que el efecto sea similar al de la penetración durante las relaciones sexuales, ya que la zona donde se deposita el semen y su alcance son los mismos.
Por su parte, en la inseminación artificial propiamente dicha, es un ginecólogo el que introduce el semen en el útero. Esto no solo aporta mayor profesionalidad a la técnica, sino que también facilita que los espermatozoides asciendan por el aparato reproductor femenino y lleguen hasta las trompas de Falopio, donde podrán encontrarse con el óvulo de la mujer. De esta forma, se consigue que el óvulo y el espermatozoide estén en el lugar adecuado a la vez, lo que incrementa la probabilidad de lograr la gestación.
Legalidad de la inseminación artificial casera
Al no estar considerada una técnica de reproducción asistida, la inseminación casera no está directamente regulada por las leyes a las que están sometidas estos tratamientos en España. No obstante, en este punto se deben mencionar expresamente las inseminaciones caseras en las que se usa semen de donante.
En España, es ilegal que los bancos de semen realicen envíos a domicilios particulares. Sin embargo, hay otros países que sí permiten este tipo de prácticas, por lo que es posible encontrar bancos internacionales que envíen muestras de esperma a casa. Este tipo de situaciones vulneran las leyes españolas en lo que respecta a aspectos clave del proceso, como la salud del donante y su anonimato. España cuenta con leyes muy proteccionistas para garantizar la seguridad del proceso, tanto para donantes como para receptores. Dado que la falta de regulación puede plantear numerosos problemas legales y éticos, la inseminación casera con semen de donante está absolutamente contraindicada.
Éxito de la inseminación artificial casera
Como ya hemos adelantado, las tasas de éxito de la inseminación casera son similares a las que se obtienen con las relaciones sexuales. Por tanto, son menores que las ofrecidas por los tratamientos realizados en clínicas. En general, las tasas de éxito de una inseminación casera rondan el 10-15% por ciclo menstrual. Estas cifras son inferiores a las obtenidas en clínicas especializadas, donde se pueden alcanzar tasas de éxito de hasta un 25-30% por ciclo menstrual.
Aunque la inseminación casera puede parecer una opción atractiva, debido a su sencillez y bajo coste, es crucial considerar todas las desventajas asociadas (infecciones por errores en la manipulación de los kits caseros, bajas tasas de éxito, falta de garantías de bancos de semen internacionales, pérdida de tiempo por los intentos frustrados…).
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