Si padeces anovulación y deseas concebir, sigue leyendo este artículo porque te vamos a contar cómo influye en la fertilidad y a qué tratamientos puedes recurrir para lograr un embarazo.
¿Qué es la anovulación?
La anovulación es la ausencia de ovulación. Es decir, la falta del proceso mediante el cual los ovarios liberan, cada mes, un óvulo maduro. Por tanto, las mujeres que padecen anovulación no liberan ningún óvulo maduro durante su ciclo menstrual.
En algunas etapas de la vida (como el embarazo o la menopausia) esto es normal. Sin embargo, en otras ocasiones, la anovulación se produce como consecuencia de un desequilibrio hormonal o de otro problema de salud.
Causas de la anovulación
Las causas de la anovulación pueden ser muy variadas, ya que abarcan desequilibrios hormonales, factores relacionados con el estilo de vida y otros problemas de salud:
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): es un trastorno hormonal que afecta a muchas mujeres en edad fértil.
- Fallo ovárico precoz: se produce cuando los ovarios dejan de funcionar de manera prematura (antes de los 40 años), por lo que desaparece la menstruación.
- Desequilibrios de la glándula tiroides (hipotiroidismo e hipertiroidismo).
- Hipogonadismo hipogonadotrópico: afección que provoca la falta de producción de hormonas sexuales. Se debe a problemas en la hipófisis o el hipotálamo.
- Hiperprolactinemia: se produce cuando hay un excesivo nivel de hormona prolactina en la sangre.
- Tumores o quistes en los ovarios.
- Trastornos de la alimentación (anorexia y bulimia) y bajo peso corporal.
- Obesidad.
- Tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia.
- Ejercicio físico excesivo.
- Altos niveles de estrés.
Síntomas de la anovulación
Los síntomas de la anovulación pueden variar en función de cada mujer y de la causa que provoca la ausencia de ovulación. Sin embargo, las señales más habituales son las siguientes:
- Ciclos menstruales irregulares.
- Ausencia de menstruación (amenorrea).
- Sangrado o manchado entre periodos.
- Dificultad para quedarse embarazada.
- Disminución o ausencia del dolor abdominal propio de la ovulación: la ausencia de ovulación hace que desaparezcan las clásicas molestias propias de esta fase del ciclo menstrual.
- Cambios en la piel, el cabello o el peso: acné, crecimiento excesivo de vello, pérdida de cabello, aumento de peso, etc.
- Alteraciones en el moco cervical: las mujeres que desean quedarse embarazadas y realizan un seguimiento del moco cervical pueden notar que no presentan el moco cervical claro, elástico y abundante propio de la ovulación. Es decir, de los días fértiles del ciclo.
- Temperatura basal irregular: este síntoma solo puede ser percibido por mujeres que controlan su temperatura basal para conseguir un embarazo.
Diagnóstico de la anovulación
La ausencia de ovulación puede confundirse con los ciclos menstruales irregulares. Por ello, muchas mujeres no se enteran de que padecen anovulación hasta que tratan de conseguir un embarazo y experimentan dificultades.
Sin embargo, ante la sospecha de anovulación resulta recomendable acudir al ginecólogo para que realice alguna de las siguientes pruebas. Con ellas, se podrá llegar a un diagnóstico:
- Analítica de sangre: sirve para medir los niveles de diferentes hormonas. Por ejemplo: estrógeno, progesterona, hormona luteinizante, hormona foliculoestimulante (FSH), prolactina y hormonas tiroideas. Dicho esto, los niveles de progesterona se deben medir aproximadamente una semana antes de la llegada del siguiente periodo. Unos niveles elevados de progesterona indican que se ha producido la ovulación.
- Ecografía: con una ecografía transvaginal se pueden examinar los ovarios y el útero. De esta manera, se detectan tumores o quistes.
Tratamientos para la anovulación
El tratamiento de la anovulación depende de su causa, de los inconvenientes que provoque a la mujer y de si esta desea conseguir un embarazo. A continuación, explicamos cómo se trata la anovulación:
- Cambios en el estilo de vida: dichas modificaciones se prescriben cuando la ausencia de ovulación se debe a factores como bajo peso, obesidad, estrés o ejercicio excesivo. En este caso, los cambios pueden pasar por ajustar la dieta, aumentar o disminuir la actividad física y recurrir a técnicas para manejar el estrés (meditación, yoga…).
- Terapia psicológica: está indicada cuando la mujer presenta altos niveles de estrés y ansiedad, así como trastornos de la alimentación.
- Tratamiento hormonal: se pauta cuando la anovulación se debe a problemas de tiroides (hipotiroidismo e hipertiroidismo) o a una hiperprolactinemia. En estos casos, se recetan medicamentos para regular los niveles hormonales.
- Medicación para inducir la ovulación: el citrato de clomifeno y las gonadotropinas se pueden recetar en casos de anovulación crónica, como sucede con las mujeres que sufren síndrome de ovario poliquístico.
- Anticonceptivos hormonales: son utilizados para regular los ciclos menstruales de las mujeres que no están tratando de concebir. Por ejemplo, los anticonceptivos hormonales se pueden usar cuando la mujer padece síndrome de ovario poliquístico.
- Cirugía: en una minoría de casos, se debe recurrir a una cirugía llamada perforación ovárica, que sirve para inducir la ovulación en mujeres que presentan SOP. Igualmente, puede ser necesario realizar una intervención quirúrgica para extirpar tumores o quistes en los ovarios.
¿Es posible un embarazo con anovulación?
La anovulación puede provocar infertilidad. Esto se debe a que, para que se produzca el embarazo, es necesario que los ovarios liberen un óvulo maduro. Así, este podrá encontrarse con el espermatozoide, ser fecundado y posteriormente implantarse en el útero.
Si no se produce la ovulación, no habrá ningún óvulo que pueda ser fecundado. Por este motivo, la anovulación es una de las principales causas de infertilidad femenina.
Dicho esto, es recomendable que las mujeres que experimentan ciclos menstruales irregulares o que llevan tratando de concebir durante un año (o seis meses si tienen más de 35 años) acudan a una clínica de fertilidad.
De esta manera, se podrá determinar cuál es el tratamiento más adecuado para lograr la gestación. La elección entre un procedimiento u otro depende de varios factores, como la edad, el resultado de la hormona antimulleriana o el resultado del seminograma de la pareja.
Normalmente, los tratamientos que se pueden llevar a cabo son tres: la inducción a la ovulación, la inseminación artificial y la fecundación in vitro. Si quieres saber cuál sería el más adecuado para ti, llámanos para acudir a una primera consulta gratuita y ser valorada por nuestros expertos en fertilidad.
Bibliografía
- Magendzo, N.. (2010). Anovulación y disfunción ovulatoria e infertilidad. Revista Médica Clínica Las Condes. 21. 377-386. 10.1016/S0716-8640(10)70548-4.