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Embrión blastocito: qué es y principales ventajas

Embrión blastocito para conseguir el embarazo
La transición a la etapa de blastocisto es fundamental para el desarrollo embrionario, ya que coincide con el momento en que el embrión debe implantarse en el útero para continuar su desarrollo. Si la implantación tiene éxito, se produce el embarazo.

En las técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV), los embriones suelen ser transferidos al útero o congelados para su uso futuro en la etapa de blastocisto, ya que esto mejora las tasas de éxito de implantación y embarazo.

¿Qué es un blastocito?

Un blastocisto es un embrión que se encuentra en el quinto o sexto día de desarrollo.

Por tanto, el blastocito es el embrión en su fase más avanzada de desarrollo. Esto explica que, en los tratamientos de fecundación in vitro, los embriones que llegan al estado de blastocito sean los más adecuados para ser implantados en el endometrio (revestimiento del útero) de la mujer durante la transferencia embrionaria.

Debido a la fase avanzada de desarrollo en la que se encuentran, los blastocitos han superado varias etapas de división celular y cuentan con una estructura de entre 200 y 300 células.

Dentro del blastocisto, podemos distinguir dos partes principales:

  • Masa celular interna: grupo de células que se sitúan en un extremo del blastocisto. La masa celular interna es la fuente de todas las células que formarán los tejidos y órganos del cuerpo del futuro bebé.
  • Trofoblasto: capa de células que rodea la masa celular interna y el blastocele (espacio lleno de líquido que está dentro del blastocisto). El trofoblasto juega un papel crucial en la implantación del blastocisto en el útero y formará parte de la placenta, que nutrirá al embrión durante el embarazo.

¿Qué diferencia hay entre embrión y blastocisto?

La diferencia entre embrión y blastocisto radica en la etapa de desarrollo en la que se encuentra cada uno.

Por un lado, el término «embrión» se utiliza de manera general para hacer referencia a la fase de desarrollo que comienza después de la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide. La unión de dichos gametos da lugar al embrión. En personas, se usa el término “embrión” hasta el final de la octava semana de gestación.

Por otro lado, el término “blastocisto” se utiliza para hablar de un embrión que se encuentra en su quinto o sexto día de desarrollo. Esto quiere decir que la fecundación del óvulo con el espermatozoide se produjo entre cinco y seis días antes.

La evolución a blastocisto es crucial para la consecución del embarazo, ya que los blastocistos son los embriones que tienen más probabilidades de implantarse correctamente en el útero y dar inicio a la gestación.

A la hora de establecer la diferencia entre embrión y blastocito es necesario saber que no todos los embriones llegan al estado de blastocito. La razón es que, para llegar a esa fase, los embriones deben pasar por distintas divisiones celulares que no siempre son capaces de superar.

Importancia del blastocito en las técnicas de reproducción asistida

La etapa del blastocisto es fundamental en el desarrollo embrionario por varias razones, tanto en los procesos naturales de gestación como en las técnicas de reproducción asistida.

En el contexto de los tratamientos de reproducción asistida, concretamente en las técnicas de fecundación in vitro, los embriones que alcanzan la etapa de blastocisto son los que se utilizan durante la transferencia embrionaria. Esto se debe a que, estadísticamente, son los que ofrecen unas tasas de implantación y embarazo más altas.

Para aumentar las tasas de éxito, en los tratamientos de fecundación in vitro se realiza un seguimiento de todos los embriones creados, tras haber fecundado el óvulo y el espermatozoide en el laboratorio. Esta observación del desarrollo permite seleccionar los embriones de mejor calidad para realizar la transferencia embrionaria.

Por último, conviene saber que los blastocistos se pueden criopreservar y que, generalmente, sobreviven mejor el proceso de congelación y descongelación que los embriones en etapas más tempranas.

Esta información resulta de gran valor a la hora de planificar futuros ciclos de fecundación in vitro, en el caso de que con el primer intento no se consiga el embarazo. El hecho de haber criopreservado embriones evita repetir el proceso de fecundación in vitro al completo. Concretamente, evita tener que volver a pasar por las fases de estimulación ovárica y punción folicular.

Ventajas de transferir un embrión blastocito

Las principales ventajas de transferir un embrión en la etapa de blastocisto durante los tratamientos de fecundación in vitro son las siguientes:

  • Mejor selección de embriones: al permitir que los embriones se desarrollen hasta la etapa de blastocisto, los especialistas en fertilidad pueden evaluar mejor su viabilidad.
  • Menor riesgo de alteraciones cromosómicas: en general, los embriones que alcanzan la etapa de blastocisto suelen tener una mayor salud genética.
  • Tasas de implantación más altas: los embriones en la etapa de blastocisto tienen una mayor tasa de implantación en comparación con los embriones transferidos en etapas más tempranas.
  • Menor riesgo de embarazos múltiples: la transferencia de blastocistos reduce la necesidad de transferir múltiples embriones y, en consecuencia, disminuye el riesgo de embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.).
  • Sincronización con el endometrio: la etapa de blastocisto (quinto o sexto día después de la fecundación) coincide con el estado más receptivo del endometrio, lo que favorece la implantación del embrión y la evolución favorable de la gestación.
  • Menor riesgo de embarazo ectópico: hay estudios científicos que han demostrado que transferir embriones en el estado de blastocito está asociado a un menor riesgo de embarazo ectópico, en comparación con la transferencia de embriones en etapas más tempranas.
  • Uso de la criopreservación: los embriones que alcanzan la etapa de blastocisto y no se transfieren inmediatamente pueden ser criopreservados. Además, presentan una mayor probabilidad de sobrevivir al proceso de congelación y descongelación, lo que permite su uso en ciclos futuros de fecundación in vitro.
  • Planificación familiar a largo plazo: la posibilidad de criopreservar embriones de alta calidad para su uso futuro puede ser especialmente beneficiosa para parejas que planean tener más hijos o para personas que van a someterse a tratamientos médicos que podrían afectar a su fertilidad (quimioterapia, radioterapia…)

En Centro de Fertilidad siempre transferimos o vitrificamos los embriones en estadio de blastocisto por la cantidad de ventajas que conlleva. Si, tras leer este artículo, quieres solicitar tu primera visita gratuita para consultar tus dudas con nuestros especialistas en reproducción asistida, no dudes en llamarnos.

Ginecólogo y obstetra, especialista en reproducción asistida.

Guillermo Gauthier es ginecólogo del centro de fertilidad donde ejerce atendiendo a pacientes nacionales e internacionales. Es licenciado en Medicina y especialista en Ginecología y Obstetricia. Se especializó en Reproducción asistida realizando el Máster de Reproducción en el IVI/Universidad Rey Juan Carlos. 

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