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¿Qué es el fallo ovárico precoz?
El fallo ovárico precoz (FOP), también llamado insuficiencia ovárica o fallo ovárico prematuro, se produce en las mujeres cuyos ovarios cesan prematuramente de funcionar.
Esto sucede porque la reserva ovárica se agota. Como consecuencia, los ovarios no liberan óvulos de manera regular y dejan de producir hormonas. Por ello, desaparece la menstruación.
¿Cómo saber si tengo fallo ovárico precoz?
Existen varios indicios que pueden hacer sospechar de que se sufre un fallo ovárico precoz. Aunque son situaciones distintas, los síntomas del fallo ovárico prematuro son similares a los que produce la menopausia.
- Amenorrea: es el principal síntoma y consiste en la ausencia de regla. También puede darse simplemente una disminución en la misma.
- Sofocos
- Insomnio
- Cambios en los estados de ánimo.
- Sequedad vaginal.
- Falta de apetito sexual.
- Dolor en las relaciones sexuales.
- Dificultad para quedarse embarazada.
Causas del fallo ovárico prematuro
En alrededor del 90% de los casos se desconoce las causas exactas de esta insuficiencia ovárica prematura, aunque hay factores que pueden estar relacionados.
- Hereditario: si existen ya casos en la familia, es más probable que se padezca.
- Problemas en los folículos ováricos: los folículos son las pequeñas bolsas donde crecen los óvulos. Si no funcionan correctamente no producirán ovocitos (óvulos inmaduros). Como consecuencia, no habrá ovulación.
- Alteraciones cromosómicas y genéticas: como el síndrome de Turner o el síndrome de X frágil.
- Exposición a toxinas: como la quimioterapia o la radioterapia, así como el humo del tabaco u otros productos químicos.
- Cirugías anteriores: en las que se haya producido una extirpación total o parcial de ovarios.
- Enfermedades autoinmunes: como la tiroiditis y la enfermedad de Addison.
- Alteraciones metabólicas: por ejemplo, los trastornos de la glándula tiroides, conocidos como hipertiroidismo o hipotiroidismo.
¿Cómo se diagnostica el fallo ovárico precoz?
A la hora de realizar un diagnóstico para el fallo ovárico prematuro, es importante conocer el historial clínico de la paciente. De este modo, es habitual que se busque si ella se ha expuesto a toxinas, como quimioterapia o radioterapia, y si alguna vez se ha sometido a una cirugía ovárica.
También se buscan antecedentes familiares, puesto que el riesgo de padecer FOP aumenta si ya hay casos en la familia, pues hay una alta posibilidad de que sea hereditario. De igual modo, se realizará una prueba de embarazo para descartar esta posibilidad, además de un examen físico para asegurarse de que no se padece otra enfermedad.
Para determinar si se padece esta afección, también se podrá llevar a cabo una analítica hormonal, que consiste en una simple extracción de sangre. En este caso, se busca medir los niveles de estradiol y los niveles de hormona folículoestimulante (FSH).
En el caso de tener un fallo ovárico precoz, la FSH presentará unos valores altos, mientras que el estradiol se encontrará disminuido. Con el objetivo de confirmar el diagnóstico, si los valores salen alterados una primera vez, la prueba se repetirá.
Otra de las pruebas a las que se puede someter la paciente es una ecografía pélvica, que servirá para determinar si hay folículos en los ovarios y, de ser así, el volumen de los mismos. Igualmente, se puede recurrir a un cariotipo, es decir, un estudio genético que analiza los cromosomas en busca de anomalías que provoquen una alteración en la función ovárica.
Diferencia entre fallo ovárico precoz y menopausia
A pesar de las similitudes que pueda haber entre la menopausia y el fallo ovárico precoz, no son lo mismo.
La principal diferencia que existe entre ambas es la edad a la que se da. La menopausia supone el fin de la menstruación de la mujer, y suele ocurrir entre los 45 y los 50 años. Si la menstruación termina antes de los 40 años, se hablaría de fallo ovárico prematuro.
¿Puedo quedarme embarazada si tengo fallo ovárico prematuro?
En la mayoría de los casos de fallo ovárico precoz las mujeres encontrarán muchas dificultades para llevar a cabo un embarazo. En un 5 o 10% de los casos esto puede llegar a ser posible, puesto que el fallo ovárico es espontáneo y puede que el ovario aún presente cierta actividad, aunque intermitente. Sin embargo, las mujeres con fallo ovárico prematuro suelen necesitar técnicas de reproducción asistida.
No obstante, esto no es una garantía y, muy difícilmente, las mujeres podrán quedarse embarazadas con óvulos propios. Esta es una situación difícil de aceptar para muchas mujeres.
Sin embargo, hoy en día existe la posibilidad de recurrir a óvulos de donante para ser madre. Si se desea tener hijos con fallo ovárico precoz, suele ser necesario recurrir a la fecundación in vitro con ovodonación.
Finalmente, es importante determinar que, aunque no existen tratamientos de mejora o de restitución de la actividad de los ovarios, sí hay medicamentos de reemplazo hormonal. Estos se encargan de producir los estrógenos y el resto de hormonas que el organismo no está produciendo por sí mismo. De esa manera, se evitan los síntomas y las molestias que causa el fallo ovárico prematuro.