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Por eso, actualmente son cada vez más las personas que deciden tener hijos sin pareja. Así lo constatan diversos estudios llevados a cabo por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), que afirma que el aumento de mujeres solteras que se someten a tratamientos de reproducción es imparable en nuestro país. Por ello, en este artículo vamos a contarte cómo puedes ser madre soltera y qué tratamientos de fertilidad te pueden ayudar a conseguir tú sueño de tener hijos.
¿Cómo puedo tener hijos sin pareja?
Antes de comenzar a responder a esta cuestión, vamos a plantear las dos opciones con las que cuenta una mujer para convertirse en madre sin tener pareja. Dichas posibilidades son las siguientes: llevar a cabo un tratamiento de reproducción asistida o iniciar un proceso de adopción.
Tratamiento de reproducción asistida
Los tratamientos de fertilidad están recomendados en mujeres que desean ser las madres biológicas de sus futuros hijos. Además, estos procedimientos están indicados para las mujeres que quieren vivir las distintas etapas de la maternidad: embarazo y parto.
Proceso de adopción
La adopción es una alternativa muy aconsejable para las mujeres que quieren tener un hijo, pero que no necesitan la conexión biológica para sentirlo como propio. Además, la adopción puede ser la opción más adecuada para todas aquellas mujeres que no desean experimentar un embarazo y un parto. En este punto, conviene resaltar que cualquiera de las dos opciones es igualmente válida. Y, por ello, la elección entre una u otra solo debe depender de las preferencias de la futura madre. En cualquier caso, en este artículo nos vamos a centrar en las alternativas disponibles para las mujeres que no tienen pareja y desean quedarse embarazadas, que son las pacientes que habitualmente tratamos en nuestra consulta.
¿A qué tratamientos de reproducción asistida puedo recurrir?
Si deseas ser madre soltera, debes saber que existen distintos tratamientos de fertilidad que pueden ayudarte a conseguir un embarazo. Cada una de las técnicas tiene sus particularidades, y puede ser más o menos adecuada en función de la situación de cada paciente. Por ello, si no tienes pareja y quieres quedarte embarazada, te invitamos a acudir a una primera consulta gratuita a uno de nuestros centros de fertilidad. De esa manera, un ginecólogo especializado en reproducción podrá resolver todas tus dudas y explicarte cuáles son las distintas alternativas disponibles. Y, sobre todo, te aconsejará sobre cuál es la que te puede ofrecer una tasa de éxito mayor. Pero, hasta que este momento llegue, te vamos a resumir las principales características de cada uno de los tratamientos de reproducción asistida.
Inseminación artificial
La inseminación artificial es la técnica de fertilidad más sencilla y económica que existe. Consiste en introducir una muestra de semen en el útero de la mujer. Este procedimiento, el cual se lleva a cabo en la clínica, es indoloro y rápido, ya que dura entre diez y quince minutos. La introducción de la muestra de semen se realiza el día de la ovulación. Antes de que llegue ese día, la futura madre tendrá que haberse sometido a una serie de pruebas ginecológicas. Además, la mujer debe haber seguido un tratamiento hormonal previo en su casa. Dicho tratamiento consiste en aplicarse una medicación inyectada para estimular los ovarios de cara a la introducción de la muestra de semen. En el caso de las mujeres sin pareja, dicho semen procederá de un donante, el cual habrá sido escogido por nuestros profesionales a través de un minucioso proceso de selección. En dicho proceso se tendrá en cuenta que el donante tenga unas características físicas similares a la mujer y que, además, no presente enfermedades o alteraciones genéticas que comprometan la salud del futuro niño. La inseminación artificial está indicada en mujeres jóvenes (menores de 35 años), que tienen una buena reserva ovárica y que no presentan problemas de fertilidad (endometriosis, síndrome de ovarios poliquísticos, etc.).
Fecundación in vitro
La fecundación in vitro es un tratamiento más complejo que la inseminación artificial. Sin embargo, cuenta con la importante ventaja de que su tasa de éxito es también más elevada. Para realizar una fecundación in vitro, se deben extraer los óvulos a la mujer. La extracción de óvulos precisa de una pequeña intervención quirúrgica que no es necesaria en la inseminación artificial. Dicha intervención se lleva a cabo bajo sedación y dura entre 15 y 20 minutos. El mismo día de la extracción, los óvulos se fecundan en el laboratorio con la muestra de semen. Y, los embriones creados a partir de ellos, permanecen en observación durante 3-5 días. En este tiempo, se determinan cuáles son aptos para lograr un embarazo y, posteriormente, se introducen en el útero de la mujer.
Dejando a un lado lo anterior, el resto del proceso es similar al de la inseminación. Es decir, la mujer debe someterse a una serie de pruebas ginecológicas, aplicarse una medicación inyectada en su casa y acudir a la clínica para que le transfieran el embrión (óvulo ya fecundado con el espermatozoide). La fecundación in vitro está indicada en mujeres que no cumplen los requisitos de una inseminación artificial (por edad, alteraciones en la fertilidad…) o en aquellas que no han logrado un embarazo tras varios intentos de inseminación artificial. Al igual que ocurre con la inseminación artificial, en la fecundación in vitro también será necesario recurrir a un banco de semen. Pero, además, la fecundación in vitro abre otra posibilidad: que la mujer recurra a los óvulos de otra mujer.
Fecundación in vitro con óvulos de donante (ovodonación)
En el apartado anterior te hemos contado los pasos a seguir para las mujeres que pueden utilizar sus óvulos para quedarse embarazadas. Sin embargo, hay casos en los que los óvulos de la mujer no son válidos para conseguir un embarazo. Esto sucede, por ejemplo, en el caso de pacientes que presentan -debido a su edad– una cantidad y calidad de óvulos demasiado baja. Afortunadamente, hoy en día se puede recurrir, al igual que sucede con el semen, a una donante de ovocitos. La donación de óvulos es un proceso estrictamente regulado en España desde hace varias décadas. Y, por tanto, es muy seguro. Todas las donantes son anónimas y se someten a un exhaustivo proceso de selección.
De esta manera, la donante debe superar una gran cantidad de exámenes ginecológicos y genéticos. Así, se descarta la existencia de patologías -tanto físicas como psicológicas– que comprometan la salud del embrión. En el caso de que la futura madre deba recurrir a la ovodonación, no será necesario, por tanto, que se someta a la extracción de óvulos ni que se aplique la medicación inyectada en su casa para estimular la producción de los mismos. Lo que sí será necesario es que siga un tratamiento hormonal para preparar su endometrio. De esta manera, conseguirá el grosor endometrial correcto para aumentar las posibilidades de implantación el día que se transfiera el embrión. Y, con ello, se incrementarán las probabilidades de lograr un embarazo.
Conclusiones
Tal y como has podido comprobar, si quieres ser madre soltera tienes un amplio abanico de opciones a tu disposición. La alternativa más recomendable para ti dependerá de tus propias circunstancias personales: edad, cantidad y calidad de óvulos, posibles patologías o alteraciones que afecten a la fertilidad, etc. Por ello, si has comenzado a plantearte la posibilidad de ser madre soltera, te invitamos a acudir a una primera consulta gratuita a uno de nuestros centros de fertilidad. De esta manera, podrás informarte sobre las diferentes opciones, tanto si quieres ser madre ahora como si prefieres serlo en el futuro.
Bibliografía
- Guía “Saber más sobre fertilidad y reproducción asistida”. Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
- American College of Obstetricians and Gynecologists Committee on Gynecologic Practice and Practice Committee. Female age-related fertility decline. Committee Opinion No. 589. Fertil Steril. 2014 Mar;101(3):633-4. doi: 10.1016/j.fertnstert.2013.12.032. PMID: 24559617.