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Hoy en día, los embriones vitrificados presentan una tasa de supervivencia del 90%. La congelación de embriones se realiza en el marco de un tratamiento de fecundación in vitro.
Tras fecundar el óvulo con el espermatozoide, se obtienen una serie de embriones, que permanecen unos días en cultivo hasta seleccionar el más adecuado para transferir al útero de la mujer.
¿Qué es la congelación de embriones?
La congelación de embriones es una técnica de reproducción asistida que permite congelar uno o más embriones y conservarlos para su uso futuro. Se caracteriza por dos aspectos fundamentales.
En primer lugar, la vitrificación es ultrarrápida, ya que los embriones parten de una temperatura de cultivo de 37 grados centígrados. Sin embargo, alcanzan de manera súbita -196 grados centígrados.
En segundo lugar, se utilizan altas concentraciones de crioprotectores, unas sustancias que impiden la formación de cristales de hielo en las células. La formación de hielo es, precisamente, lo que sucedía anteriormente con las técnicas de congelación lentas (y lo que producía una merma en los embriones).
¿Cómo se congelan los embriones?
Los embriones se congelan a temperaturas muy bajas (-196 grados centígrados) en tanques de nitrógeno líquido.
Esta temperatura detiene la actividad biológica de los embriones, lo que hace que puedan conservarse por un tiempo ilimitado en las mismas condiciones en las que fueron vitrificados.
Además, como hemos dicho, el proceso de congelación es ultrarrápido, ya que los embriones llegan a -196 grados centígrados en cuestión de segundos. Las bajas temperaturas y la alta velocidad de congelación hacen que sea necesario utilizar crioprotectores, las sustancias que evitan la formación de cristales de hielo en el interior de las células. Si esto sucediera, se dañarían los embriones y no podrían ser usados para conseguir un embarazo.
Una vez que los embriones se encuentran almacenados en los tanques de nitrógeno líquido, se identifican mediante un código y se conservan hasta que la mujer desee recuperarlos.
Ventajas de la congelación de embriones
La congelación de embriones tiene dos importantes ventajas que mejoran, notablemente, la experiencia en los tratamientos de fecundación in vitro:
- Aumenta las posibilidades de embarazo en un único ciclo: en el caso de que no se consiga el embarazo tras la primera transferencia, tener embriones congelados permite realizar un nuevo intento sin que la mujer tenga que pasar por otra fase de estimulación ovárica ni por otra punción folicular. Ambos procedimientos -la punción y las inyecciones hormonales- tienen un efecto psicológico de desgaste en la mujer.
- Reduce el riesgo de embarazo múltiple: dado que existen suficientes embriones disponibles, no surge el dilema de transferir en el útero de la mujer más de un embrión para maximizar las posibilidades de embarazo.
¿En qué casos se recomienda vitrificar embriones?
A continuación, te contamos los casos en los que resulta aconsejable recurrir a la congelación de embriones:
- Evitar un nuevo ciclo de estimulación y punción ovárica: los embriones solo pueden ser mantenidos en cultivo un máximo de seis días. Esto hace necesario tomar una decisión antes sobre qué hacer con ellos. Dado que la prueba de embarazo tarda más tiempo en hacerse, vitrificar los embriones sobrantes que son de buena calidad permite asegurar intentos futuros sin tener que someterse al procedimiento al completo (inyecciones hormonales, punción…).
- Tener embriones para nuevos intentos: aunque se consiga el embarazo, es muy posible que la pareja desee tener más hijos. Conservar embriones sirve para poder tener hijos en el futuro sin recurrir a un nuevo tratamiento de fecundación in vitro.
- Parejas que prefieren vitrificar embriones, en lugar de congelar óvulos: los embriones están en una fase de desarrollo más avanzada que los ovocitos. Por tanto, ofrecen una tasa de embarazo mayor. Esto hace que algunas personas elijan la congelación embrionaria para asegurar, algo más, su futura paternidad.
- Mujeres que padecen una enfermedad que compromete su fertilidad: por ejemplo, hay determinados tratamientos contra el cáncer (quimioterapia o radioterapia) que impiden a la mujer tener hijos. Realizar la criopreservación de antemano facilita que la mujer sea madre una vez que ha superado la enfermedad.
- Futuras donaciones: algunas parejas, una vez que deciden no tener más hijos, donan los embriones a un banco, para que sean puestos a disposición de personas con problemas de fertilidad.
¿Cuánto tiempo pueden durar los embriones congelados?
Los embriones congelados no tienen ningún tiempo o fecha de caducidad. Por tanto, se puede recurrir a ellos meses o años después de haber realizado la vitrificación.
Esto se debe a que la técnica de congelación permite conservar los embriones en las mismas condiciones en las que fueron congelados. Es decir, es como si el tiempo no pasara por ellos.
¿Cuánto cuesta la congelación de embriones?
Por lo general, la congelación de embriones cuesta entre 400 y 650 euros, aproximadamente. A este precio hay que sumar el mantenimiento anual, que suele costar entre 450 y 650 euros.
Posteriormente, el precio de la desvitrificación y la transferencia se sitúa entre los 800 y los 2.000 euros, aproximadamente.
Bibliografía
- Escudero Velando, Luis Ernesto. (2012). Estimulación ovárica en reproducción asistida. Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia, 58(3), 191-200.
- Ávila-Portillo, Luz Mabel, Madero, José I, López, Claudia, León, María Fernanda, Acosta, Lucía, Gómez, Claudia, Delgado, Lucy Gabriela, & Gómez, Claudio. (2006). Fundamentos de criopreservación. Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología, 57(4), 291-300.