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Con el objetivo de resolver todas tus dudas, hemos elaborado un artículo con las recomendaciones que deberás seguir tanto antes como después del procedimiento.
Recomendaciones antes de una inseminación artificial
Los consejos para una inseminación artificial exitosa son, prácticamente, los mismos que recomendamos a cualquier persona que desee conseguir un embarazo espontáneo.
Alimentación
Una dieta saludable y equilibrada mejora la fertilidad tanto del hombre como de la mujer. Por ello, antes de someterse a una inseminación artificial es recomendable seguir unos buenos hábitos alimenticios.
La dieta debe estar basada en proteínas animales (huevos, carnes magras y pescado) y proteínas vegetales (garbanzos, alubias, lentejas o quinoa), además de en frutas y verduras frescas.
En contraposición a esto, se deben evitar las comidas que contienen grasas saturadas y azúcares añadidos.
Algunos de los nutrientes esenciales aconsejados para una inseminación artificial exitosa son los siguientes:
Vitamina D
La vitamina D está presente en numerosos pescados, como la anguila, el atún, las sardinas, la caballa o el boquerón. El aporte adecuado de este nutriente tiene un impacto positivo en el útero y en los ovarios. De hecho, ayuda a preparar el endometrio para que se produzca con éxito la implantación del embrión.
Hierro
La falta de hierro puede producir alteraciones ovulatorias. Por ello, una dieta alta en este nutriente básico contribuye a que la inseminación artificial sea exitosa. Algunos de los principales alimentos que contienen hierro son los huevos, el salmón, el atún, el limón, la naranja, el brócoli o el tomate.
Ácido fólico
El ácido fólico se encuentra de manera natural en los cereales, las legumbres, el aguacate, las sardinas, los huevos o la trucha.
A pesar de poder ingerir ácido fólico a través de la dieta, los suplementos se deben empezar a tomar entre uno y dos meses antes de la inseminación artificial, y se mantienen durante todo el embarazo. Esto se debe a que el ácido fólico ayuda a regular el funcionamiento de los ovarios. Además, facilita la implantación y el correcto desarrollo del embrión.
Además de ayudar a que la inseminación artificial sea exitosa, el ácido fólico contribuye a prevenir malformaciones en el feto, tales como la espina bífida, la fisura palatina o el labio leporino.
Hidratación
Una correcta hidratación también juega un importante papel a la hora de lograr un embarazo. Por ello, es recomendable beber entre un litro y medio y dos litros de agua al día.
Dejando a un lado el agua que consumimos de manera directa (a través del vaso), conviene tener presente que también existen alimentos con un mayor contenido de agua: frutas, verduras, mariscos y pescado. Por ello, resulta aconsejable incorporarlos a la dieta.
En cuanto al café y el té, se pueden consumir pero con moderación. No ocurre lo mismo con los refrescos azucarados, los cuales están desaconsejados.
Peso
Uno de los mejores consejos para una inseminación artificial exitosa consiste en mantener un peso adecuado. En la mujer, el sobrepeso y la obesidad pueden alterar la ovulación, reducir la calidad de los óvulos y modificar la respuesta a la medicación hormonal propia de la inseminación artificial. Por su parte, el exceso de peso en el hombre impacta negativamente en la calidad de su semen.
Ejercicio
La actividad física está aconsejada en cualquier mujer o pareja que se vaya a someter a un tratamiento de reproducción asistida. Por norma general, se debe realizar ejercicio entre tres y cinco veces a la semana.
Antes de la inseminación artificial, se puede practicar cualquier deporte, por muy intenso que sea. Eso sí, después del procedimiento será necesario optar por actividades de impacto moderado.
Controlar el estrés
Un alto nivel de estrés reduce las posibilidades de lograr un embarazo mediante inseminación artificial. Por tanto, conviene tratar de controlar el estrés lo máximo posible mediante el deporte, el yoga, la meditación, las técnicas de relajación o la terapia psicológica.
Tabaco y alcohol
Tanto el tabaco como el alcohol reducen las probabilidades de éxito de una inseminación artificial. Esto se debe a que disminuyen la calidad de los óvulos y los espermatozoides.
Recomendaciones después de una inseminación artificial
A continuación, te damos una serie de consejos para seguir después de una inseminación artificial, y contribuir a que esta sea exitosa:
No realizar esfuerzos físicos
Tras varios años en los que la indicación era la contraria, a día de hoy se sabe que no es necesario mantener reposo después de una inseminación artificial. En su lugar la paciente debe seguir su ritmo de vida normal, pero sin realizar actividad física.
La actividad física puede retomarse una vez se haya hecho la prueba de embarazo, y siempre según la recomendación médica.
Mantener relaciones sexuales
Al contrario de lo que afirma la creencia popular, para conseguir una inseminación artificial exitosa resulta recomendable mantener relaciones sexuales dentro de las primeras 12 horas posteriores al procedimiento.
Esto se debe a que las contracciones uterinas propias del sexo favorecen el ascenso de los espermatozoides (los cuales han sido depositados en el útero) hacia las trompas de Falopio. Por tanto, las relaciones sexuales aumentan las posibilidades de que el óvulo y el espermatozoide se encuentren y se produzca la fecundación.
Intentar relajarse durante la betaespera
La betaespera puede ser una de las fases más angustiosas y estresantes del tratamiento de inseminación artificial. Tiene una duración de 15 días, ya que abarca desde que se realiza la inseminación hasta que se lleva a cabo la prueba de embarazo.
Aunque entra dentro de la normalidad vivir la espera con cierto nerviosismo, es recomendable tratar de relajarse y practicar actividades de distracción (viajes, encuentros con amigos…). Tanto el estrés como la ansiedad reducen las probabilidades de éxito de una inseminación artificial.
No obsesionarse con los síntomas de embarazo
Durante la betaespera es poco probable experimentar síntomas claros de embarazo. Por ello, conviene no obsesionarse ante signos como dolor e hinchazón abdominal, náuseas, cansancio, aumento en el tamaño de los pechos… Todos estos síntomas son propios de la medicación hormonal que se sigue administrando la paciente después de la inseminación artificial.
Seguir las indicaciones del médico
Tras la inseminación artificial, el ginecólogo proporcionará a la paciente una serie de instrucciones. Es imprescindible seguirlas y no abandonar o modificar la medicación hormonal sin su supervisión.
Prepararse para los resultados
Este es uno de los mejores consejos que podemos darte para después de una inseminación artificial. En ocasiones, el tratamiento no consigue el éxito esperado y el resultado de la prueba de embarazo es negativo.
Con el objetivo de reducir la posible frustración o tristeza, resulta recomendable prepararse también para un escenario no deseado. Hay que tener muy presente que la inseminación artificial puede fallar por distintos motivos, y no todas las parejas consiguen el embarazo en los primeros intentos.