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La mejor edad para tener hijos depende de cada persona, y es una decisión muy personal. Normalmente, viene dada por las circunstancias individuales de cada mujer: pareja, trabajo, estilo de vida, etc. Además, en muchos casos, estas circunstancias no han sido elegidas, sino sobrevenidas.
Por ello, hoy hemos elaborado un artículo para todas aquellas mujeres que se están planteando ser madres con 40 años. Por un lado, hablaremos de cuál es la mejor manera para quedarse embarazada a esa edad. Por otro lado, detallaremos las ventajas y los riesgos de tener hijos en la madurez.
¿Es posible ser madre a los 40 años de manera natural?
Ser madre a los 40 años de manera natural es posible, pero muy complejo. De hecho, es a partir de los 35 años cuando las probabilidades de conseguir un embarazo comienzan a disminuir drásticamente.
Esto se debe a que, con cada ciclo menstrual, la mujer pierde un número determinado de óvulos. Por tanto, a medida que pasan los años, la reserva ovárica de la mujer disminuye. Como consecuencia, a los 40 años la cantidad y calidad de óvulos es tan baja que resulta complicado ser madre de manera natural.
Por ello, a partir de esta edad, lo más habitual es tener que recurrir a técnicas de reproducción asistida. Concretamente, a un tratamiento de fecundación in vitro.
Ventajas de ser madre a los 40 años
Ser madre a los 40 años tiene una serie de beneficios que, normalmente, no experimentan las mujeres más jóvenes. Esto se debe a que dichas ventajas están muy relacionadas con la madurez y el estilo de vida propios de esa edad.
Los principales beneficios de ser madre a los 40 años son los siguientes:
1- Mayor información
Por lo general, las mujeres mayores de 40 años cuentan con mayor (y mejor) información acerca de todos los aspectos que engloba la maternidad: embarazo, parto, crianza del niño, conciliación, etc.
Este mayor nivel de conocimiento se debe a la propia madurez de la persona y a sus experiencias vitales. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres que desean ser madres a los 40 años ya han tenido un primer “contacto” con la maternidad a través de sus sobrinos o de los hijos de sus amigos cercanos.
Toda esta información les ayuda a tomar mejores decisiones. Y, sobre todo, más meditadas.
2- Decisión muy meditada
De todo lo anterior, se puede extraer que las mujeres que son madres a los 40 años por primera vez han reflexionado mucho sobre la maternidad. Su decisión ha sido muy meditada, por lo que son más conscientes de las ventajas y las desventajas de tener hijos.
3- Niños muy deseados
En una gran cantidad de casos, las mujeres que son madres a los 40 años llevan mucho tiempo intentando tener hijos. Por ejemplo, es posible que lleven años tratando de quedarse embarazadas de manera natural y que hayan tenido que recurrir a tratamientos de fertilidad.
Esto hace que sus hijos sean niños muy deseados. Y que, además, dichas mujeres tengan un alto nivel de compromiso con la maternidad.
4- Mayor autocuidado
Este mayor nivel de compromiso lleva a que las mujeres mayores de 40 años se cuiden mucho durante el embarazo. Por lo general, son muy conscientes de los riesgos de una gestación y un parto a su edad.
Esto lleva a que dichas mujeres se caractericen por ser muy disciplinadas y por seguir fielmente las indicaciones de su médico (alimentación, ejercicio, descanso…).
5- Mayor estabilidad económica y profesional
Las mujeres que son madres jóvenes deben enfrentarse a la maternidad en pleno desarrollo profesional. En cambio, a los 40 años, la vida laboral suele estar más asentada.
Esta mayor estabilidad lleva a que la mujer cuente con más recursos económicos para criar a su hijo y a que pueda permitirse una mejor conciliación entre su vida familiar y profesional.
Desventajas de ser madre a los 40 años
Por su parte, el hecho de ser madre a los 40 años también tiene riesgos y desventajas. Los principales inconvenientes de quedarse embarazada a esta edad son los siguientes:
1- Tratamientos de fecundación in vitro menos eficaces
Como ya hemos mencionado, las mujeres que desean ser madres a los 40 años necesitan, por lo general, recurrir a un tratamiento de fecundación in vitro.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la tasa de embarazo de este tipo de técnicas disminuye con la edad. De hecho, el porcentaje de éxito de un tratamiento de fecundación in vitro en mujeres de más de 40 años ronda el 15%-18%.
Si dichos intentos fallan, existe una solución que aumenta la eficacia del tratamiento: la ovodonación. O, lo que es lo mismo, recurrir a una donante de óvulos.
2- Mayor riesgo de complicaciones
El mayor riesgo de complicaciones a partir de los 40 años se centra, especialmente, en las mujeres que son madres por primera vez. Por tanto, no afecta tanto a aquellas que ya han tenido hijos.
Entre los principales riesgos de un embarazo a los 40 años se encuentran la hipertensión, la diabetes gestacional, el aborto, la preeclampia, el parto prematuro, el parto inducido o la cesárea. Sin embargo, todos estas complicaciones se pueden minimizar con unos buenos cuidados durante el embarazo y mayor control ginecológico.
Además, otro de los riesgos más frecuentes que afectan a los bebés de madres mayores son las alteraciones cromosómicas. El aspecto positivo de esto es que se pueden detectar mediante una serie de pruebas imprescindibles en los tratamientos de fecundación in vitro: el test Embrace o el diagnóstico genético preimplantacional (DGP).
Bibliografía
- Alice Goisis, Daniel C. Schneider, Mikko Myrskyl�. The reversing association between advanced maternal age and child cognitive ability: evidence from three UK birth cohorts. International Journal of Epidemiology, 2017; DOI: 10.1093/ije/dyw354