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Betaespera: síntomas y consejos para manejarla

¿Cuáles son los síntomas en la betaespera?
La betaespera es un plazo que la mayoría de nuestros pacientes viven con ciertas dosis de nerviosismo y ansiedad. Esto resulta comprensible, ya que son muchas las esperanzas que depositan en los tratamientos de fertilidad.
Índice
La betaespera es uno de los momentos más difíciles en los tratamientos de fertilidad, por lo que la mayoría de nuestros pacientes viven este periodo con ciertas dosis de nerviosismo y ansiedad. Esto resulta comprensible, ya que son muchas las esperanzas que depositan en los tratamientos de fertilidad. Por ello, es muy habitual que estén atentos a cualquier síntoma que pueda indicar la existencia de embarazo. Sin embargo, es fundamental tratar de mantener la calma para no convertir los días de la betaespera en un periodo angustioso. Hemos elaborado un artículo para todas aquellas personas que están inmersas en la betaespera, o que están a punto de llegar a esta fase de su tratamiento de reproducción asistida. Si este es tu caso, te recomendamos leer con atención el artículo. Te proporcionará consejos muy valiosos para sobrellevar la betaespera con mayor serenidad.

¿Qué es la betaespera?

La betaespera es el plazo de tiempo que transcurre desde que termina el tratamiento de reproducción asistida hasta que se realiza la prueba de embarazo. En el caso de la inseminación artificial, la betaespera comienza el día que se introduce el semen en el útero de la mujer. En cambio, en la fecundación in vitro, la betaespera se inicia el día de la transferencia embrionaria. La betaespera debe su nombre, precisamente, a la hormona que se analiza en el test de embarazo: la beta-hCG. Esta es una hormona que, a medida que se desarrolla el feto, aumenta sus niveles en sangre. Por tanto, es un indicador de la gestación.

Síntomas de la betaespera

Durante la betaespera, puedes experimentar una variedad de síntomas que, aunque pueden generar expectativas, no siempre son indicativos de haber conseguido el embarazo. De hecho, en nuestras consultas tenemos muchas pacientes que, a pesar de no manifestar señales, obtienen una prueba de embarazo positiva. Los síntomas más comunes de la betaespera son los siguientes:
  • Dolor e hinchazón en el abdomen: estas molestias suelen ser similares a las que se sufren con la ovulación o la menstruación. También pueden presentarse pinchazos en los ovarios.
  • Manchado o ligero sangrado.
  • Cambios en el flujo vaginal: puede volverse más abundante y adquirir un tono amarillo o, incluso, ser transparente.
  • Aumento en el tamaño de los pechos, así como incremento de la sensibilidad mamaria.
  • Náuseas y mareos.
  • Cansancio y sueño.
  • Ganas de orinar.
  • Estreñimiento.
  • Insomnio.
Es importante recordar que estos síntomas no son determinantes. Aunque sean similares a los del embarazo, la mayoría de ellos están causados por el efecto de las hormonas que se administran durante los tratamientos de reproducción asistida.

¿Cuánto dura la betaespera?

La betaespera suele durar entre 10 y 15 días, aunque la duración concreta depende del tratamiento de fertilidad que está siguiendo la mujer. En el caso de la inseminación artificial, la betaespera tiene una duración de 15 días. En cambio, en los tratamientos de fecundación in vitro, la betaespera dura entre 10 y 15 días, ya que depende de los días que tenga el embrión transferido. Por tanto, estos son los tiempos que hay que esperar desde que termina el tratamiento de reproducción asistida hasta que se realiza la prueba de embarazo. Dichos plazos de tiempo se deben a que a partir del día 8 ya es posible detectar el aumento de los niveles de hormona beta-hCG en sangre. Y, por ello, a partir de los días mencionados (10-15) la prueba de embarazo puede ofrecer un resultado fiable. Aunque el período de tiempo mencionado puede parecer eterno, especialmente si existe cierta ansiedad por saber el resultado, es fundamental respetar los plazos. Hacer la prueba de embarazo demasiado pronto puede dar lugar a resultados poco fiables, ya sea falsos negativos o falsos positivos.

¿Cómo prepararse para la betaespera?

Para afrontar el periodo de la betaespera con más calma, es importante prepararse emocionalmente. Si necesitas orientación, algunas pautas que pueden ayudarte son las siguientes:
  1. Infórmate: entender en qué consiste la betaespera, sus síntomas y qué esperar durante este periodo puede ayudarte a mantener la calma.
  2. Establece un plan: decide con tu pareja, familiares o amigos cómo vas a pasar los días de espera. Por ejemplo, puedes planear actividades que te distraigan y te mantengan ocupada.
  3. Busca apoyo: hablar con tus seres queridos o con personas que hayan pasado por la misma situación puede ayudarte a sentirte mejor.

¿Qué hacer (y qué no hacer) durante la betaespera?

A continuación, te vamos a ofrecer una serie de consejos concretos para hacer la betaespera más llevadera.

Qué hacer durante la betaespera

  • Hacer una vida normal, pero evitando los grandes esfuerzos: durante la betaespera no es necesario solicitar una baja laboral ni hacer reposo. Sin embargo, sí es importante evitar los grandes esfuerzos físicos, como realizar deportes de alto impacto o cargar con demasiado peso.
  • Seguir una alimentación saludable: los cambios en el tránsito intestinal son habituales debido a la medicación hormonal. Por ello, conviene tomar fibra, frutas y verduras para evitar el estreñimiento, así como beber agua para mantenerse hidratada.
  • Descansar lo suficiente: una de las principales cosas que debes hacer durante la betaespera es descansar y dormir. Mantenerte descansada es fundamental para el estado de ánimo.
  • Planear actividades de distracción: cuanto más ocupada se encuentre la mujer o la pareja mejor podrá sobrellevar la betaespera. Por ello, este es un periodo ideal para hacer planes, dedicar tiempo a las aficiones y practicar deporte moderado. Y, por supuesto, para hacer ejercicios de relajación y respiración o meditación.
  • Prepararse para un resultado negativo: aunque sea importante encarar la betaespera con una actitud positiva, es fundamental no vivir de espaldas a la realidad. Hay muchas personas que, aunque hoy en día tienen hijos, no lograron un embarazo en los primeros intentos de inseminación artificial o de fecundación in vitro.
  • Apoyar y respetar a la pareja: los tratamientos de reproducción asistida suponen un desafío para las parejas. No todas las personas viven las situaciones de la misma manera ni experimentan sensaciones idénticas, por lo que es fundamental tratar de comprender a la otra parte.
  • Pedir apoyo psicológico: aunque el plazo de tiempo sea corto, en 10-15 días se pueden presentar numerosos altibajos emocionales. Por ello, tenemos muchos pacientes que recurren a nuestro servicio psicológico para prepararse para la betaespera. Una consulta con el psicólogo antes de iniciar este periodo puede aportar mucha claridad y confianza a los pacientes.

Qué no hacer durante la betaespera

  • Consumir alcohol y tabaco: dado que la mujer aún no sabe si se ha quedado embarazada es preferible, por precaución, evitar cualquier hábito nocivo para la salud (alcohol, tabaco, drogas…).
  • Obsesionarse con los síntomas: esto es, posiblemente, lo más difícil de la betaespera. Hay que tener claro que ningún signo que se experimente durante esta fase es sinónimo de embarazo. Por tanto, durante la betaespera, no hay nada que la mujer pueda hacer para saber si se ha quedado embarazada.
  • Centralizar las conversaciones: aunque puede resultar muy sano desahogarse y compartir los sentimientos con los seres queridos, conviene no hacer de la betaespera el centro de las conversaciones. Hablar y pensar en exceso sobre el tratamiento de fertilidad aumentará la angustia, el estrés y la preocupación.
  • Buscar información en Internet: no hay ninguna información fiable que puedas encontrar en Internet que no te haya contado ya tu médico. La respuesta que necesitas solo la podrás saber en unos días. La búsqueda de información te creará más ansiedad y no resolverá tus dudas de manera fiable.
  • Realizar la prueba de embarazo antes de tiempo: como ya te hemos contado, hacer la prueba antes de los días indicados puede generar más ansiedad y resultados poco precisos.
Por nuestra amplia trayectoria como especialistas en reproducción asistida sabemos lo largo y difícil que puede hacerse un periodo de, tan solo, 10-15 días. Sin embargo, también hemos comprobado lo útil que resulta seguir los consejos que te acabamos de dar. Por ello, insistimos de nuevo en la idea que te hemos repetido a lo largo de este artículo: trata de relajarte y desconectar durante la betaespera porque no hay nada que puedas hacer para saber si te has quedado embarazada. En cualquier caso, si tienes alguna duda, puedes llamar a nuestras clínicas de reproducción asistida para pedir una consulta con los especialistas.

Otras preguntas frecuentes sobre la betaespera

¿Se pueden mantener las actividades cotidianas durante la betaespera?

Sí, puedes continuar con tus actividades diarias, siempre y cuando sean de bajo estrés físico. No es necesario hacer cambios drásticos en tu rutina, pero es recomendable evitar actividades físicas intensas, así como situaciones de alto estrés que puedan afectar a tu bienestar emocional.

¿Cómo saber si estás embarazada en la betaespera?

Como ya hemos resaltado, es muy complicado saber, durante la betaespera, si se ha conseguido un embarazo. Y es que, aunque un plazo de 10-15 días pueda suponer una eternidad para los pacientes, en realidad es insuficiente para experimentar signos inequívocos de gestación. De hecho, en muchos casos, los síntomas que se pueden sentir en la betaespera están más relacionados con la medicación hormonal que se administra a la mujer durante el tratamiento de fertilidad. Por tanto, durante la betaespera no se puede saber si la mujer se ha quedado embarazada. En consecuencia, es necesario esperar a hacer la prueba de embarazo.

Ginecólogo y obstetra, especialista en reproducción asistida.

Guillermo Gauthier es ginecólogo del centro de fertilidad donde ejerce atendiendo a pacientes nacionales e internacionales. Es licenciado en Medicina y especialista en Ginecología y Obstetricia. Se especializó en Reproducción asistida realizando el Máster de Reproducción en el IVI/Universidad Rey Juan Carlos. 

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