Has hecho todo lo que había que hacer: pruebas, analíticas, ecografías… y todo parece estar bien. Pero el positivo no llega. ¿Estás viviendo esta situación? No eres la única. Muchas mujeres viven esta frustración sin saber por qué no logran quedarse embarazadas si, en teoría, todo está en orden.
En este artículo vamos a darte respuestas y, sobre todo, herramientas para que puedas entender mejor lo que está ocurriendo y tratar de encontrar una solución.
¿Qué pruebas de fertilidad se realizan habitualmente?
Antes de entrar en posibles causas, es importante repasar qué pruebas se suelen hacer para evaluar la fertilidad. Tener esta información clara te ayudará a comprender mejor tu situación actual.
En el caso de la mujer
Estas son las pruebas más comunes para valorar la fertilidad femenina:
- Estudio del ciclo menstrual: sirve para valorar si existe una ovulación regular.
- Ecografía transvaginal: permite visualizar el útero y los ovarios, y hacer el recuento de folículos antrales.
- Analítica hormonal: se estudian los niveles de hormonas como la FSH, la LH, el estradiol o la prolactina. Muy importante también es la hormona antimulleriana (AMH), que refleja la reserva ovárica.
- Histerosalpingografía (HSG): se utiliza para comprobar si las trompas de Falopio son permeables o presentan alguna obstrucción.
En el caso del hombre
Estas son las pruebas más comunes para valorar la fertilidad masculina:
- Seminograma: analiza diversos parámetros del semen, como la cantidad, la concentración, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.
- Cultivos o estudios hormonales: en caso de que el resultado del seminograma salga alterado se pueden realizar pruebas adicionales, como cultivos o estudios hormonales.
Cuando todas estas pruebas están bien, pero el embarazo no llega, es normal sentirse desorientada. Pero eso no significa que no haya solución.
¿Por qué no me quedo embarazada si todas las pruebas están bien?
Llegamos a la gran pregunta. Si médicamente todo parece estar correcto, ¿qué puede estar fallando? Aquí es donde entran en juego los llamados “factores invisibles de la fertilidad”, unas cuestiones que no siempre se detectan en los estudios habituales, pero que pueden estar interfiriendo negativamente en la concepción.
Factores funcionales
A veces, aunque las trompas de Falopio sea permeables, los niveles hormonales sean adecuados y la calidad del esperma esté dentro de la normalidad, hay detalles que escapan a las pruebas convencionales:
- Fallos de implantación embrionaria: aunque el embrión llegue al útero, puede que no logre anidar correctamente.
- Alteraciones en el endometrio: su grosor o receptividad puede no ser la adecuada.
- Disfunción ovulatoria leve: puede haber ovulaciones aparentemente normales, pero con baja calidad ovocitaria.
- Microinflamaciones uterinas: un ejemplo puede ser la endometritis crónica.
Edad y calidad ovocitaria
Aunque tengas una buena reserva ovárica hay que tener en cuenta que la calidad de los óvulos disminuye con la edad. A partir de los 35 años, este factor empieza a notarse, y pasados los 40, se vuelve más determinante.
En muchas ocasiones, las pruebas muestran una cantidad adecuada de óvulos, pero su capacidad para generar embriones viables puede estar comprometida.
Fallo ovárico incipiente
Existe una fase intermedia entre la fertilidad normal y el fallo ovárico precoz, en la que los ovarios comienzan a mostrar signos de fatiga, pero aún mantienen cierta actividad. Esto puede provocar ciclos irregulares, ovulaciones inconsistentes y menor capacidad de respuesta a los tratamientos para quedarse embarazada.
Inmunología y genética
En algunas mujeres, el sistema inmunológico puede jugar en contra del embarazo:
- Alteraciones inmunológicas, que producen anticuerpos que atacan al embrión o dificultan su implantación.
- Trombofilias: problemas en la coagulación que pueden afectar a la irrigación del endometrio.
- Anomalías genéticas leves: pueden no detectarse en los análisis estándar y, aun así, comprometer la calidad embrionaria.
Factores masculinos sutiles
Un seminograma puede ser «normal» pero esconder detalles que dificulten la fecundación. Algunos factores que pueden impedir el embarazo a pesar de que todas las pruebas estén bien son los siguientes:
- Fragmentación del ADN espermático.
- Defectos en la maduración espermática.
- Presencia de anticuerpos antiespermatozoides.
En estos casos, un estudio andrológico más completo o incluso un test de fragmentación espermática puede ser revelador.
Estilo de vida y factores emocionales
No podemos olvidarnos de que el cuerpo y la mente están profundamente conectados. Hay algunos factores que pueden influir silenciosamente en la capacidad reproductiva pero que no aparecen en las pruebas médicas.
- Estrés crónico y ansiedad.
- Exposición a tóxicos (tabaco, alcohol, pesticidas…).
- Alimentación inadecuada o sobrepeso.
- Alteraciones en el ritmo del sueño o en el sistema endocrino.
Infertilidad de causa desconocida
En ocasiones, incluso después de estudiar todos los aspectos anteriores, no se encuentra una causa concreta. Es lo que se conoce como infertilidad idiopática. Aunque puede resultar frustrante, también tiene un lado positivo: muchas parejas con este diagnóstico logran el embarazo con tratamientos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.
¿Qué puedes hacer si estás en esta situación?
Si no te quedas embarazada y todas las pruebas están bien, te animamos a no rendirte. Algunas de las opciones que te recomendamos son las siguientes:
- Buscar una segunda opinión: a veces una nueva mirada puede sacar a relucir detalles que han pasado desapercibidos.
- Recurrir a tratamientos personalizados de reproducción asistida, adaptados a tu edad, historial y situación.
- Explorar todos los tratamientos de reproducción asistida: si ya te has sometido a técnicas de inseminación artificial o fecundación in vitro sin éxito, puede que sea momento de valorar la donación de gametos (óvulos y espermatozoides).
- Confiar en equipos especializados que combinen alta tecnología con un enfoque humano y cercano, como el que nos esforzamos en proporcionar en Centro de Fertilidad. Nuestro equipo está formado por ginecólogos, biólogos y embriólogos con una amplia trayectoria, que trabajan con técnicas avanzadas de diagnóstico y tratamiento para ayudarte a lograr tu objetivo: ser madre.
A veces, el camino hacia el embarazo no es tan directo como esperamos. Pero eso no significa que no puedas llegar a tu destino. Si no te quedas embarazada y todas las pruebas están bien, te animamos a solicitar una primera consulta gratuita en Centro de Fertilidad. Juntos analizaremos tu caso al detalle, con calma y sin prisas, para encontrar la mejor forma de ayudarte. Cada historia es única y merece una solución a su medida.