Las mujeres nacen con un determinado número de óvulos y dicha cantidad tiende a disminuir a partir de la adolescencia, ya que la cifra de óvulos se reduce con cada ciclo menstrual. Debido a esto, hay un concepto que se debe conocer si se desea ser madre a partir de los 35 años: la reserva ovárica.
¿Qué es la reserva ovárica?
La reserva ovárica indica la cantidad de óvulos de los que dispone una mujer en un momento concreto de su vida. Es uno de los principales indicadores para valorar la fertilidad femenina, ya que cuanto mayor sea el número de óvulos más posibilidades habrá de conseguir un embarazo natural. En cambio, ante una reserva ovárica baja, lo más probable es que haya que recurrir a un tratamiento de reproducción asistida, concretamente a una fecundación in vitro.
¿Qué importancia tiene la reserva ovárica en la fertilidad?
La reserva ovárica tiene una importancia significativa en la fertilidad femenina, ya que es un buen indicador del potencial reproductivo de la mujer. Y es que, en un principio, cuanto más alto sea el número de óvulos que tiene en sus ovarios, mayores serán las posibilidades de que alguno sea liberado, durante la ovulación, y pueda ser fecundado por el espermatozoide.
Sin embargo, además de por la cantidad de óvulos, la fertilidad de la mujer está determinada por la calidad de los mismos. Por un lado, nos encontramos con que, a medida que la mujer envejece, no solo disminuye su cantidad de óvulos, sino también su calidad (lo que aumenta el riesgo de anomalías cromosómicas, abortos espontáneos…).
Por otro lado, hay ocasiones en las que la mujer puede presentar una alta cantidad de óvulos pero que estos sean de baja calidad. Esto ocurre, por ejemplo, en las mujeres jóvenes que padecen afecciones como la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico.
En resumen, podemos concluir que la reserva ovárica, por sí sola, no aporta una visión completa acerca del estado de la fertilidad femenina. Es un buen indicador porque permite conocer el número de óvulos pero su calidad no se puede determinar hasta que se extraen mediante una punción folicular, lo que permite analizar los óvulos a través de un microscopio.
Dicho todo lo anterior, y en términos generales, podemos decir que el periodo más fértil en la vida de la mujer va desde los 18 hasta los 30 años. Sin embargo, a partir de los 35 años se produce un drástico descenso de la reserva ovárica, la cual suele agotarse definitivamente entre los 45 y 55 años, con la llegada de la menopausia.
Dado el impacto de la reserva ovárica a la hora de conseguir un embarazo, si deseas posponer la maternidad más allá de los 35 años lo más adecuado es consultar con un especialista en fertilidad. De esa manera, el profesional podrá estudiar tu caso, medir tu reserva ovárica y proponerte la mejor opción posible para tener hijos en el futuro (como la congelación de óvulos).
¿Cómo puedo conocer mi reserva ovárica?
Si quieres conocer tu reserva ovárica, puedes acudir a una de nuestras clínicas de fertilidad para que un especialista te valore y te haga la prueba adecuada. Los principales métodos para medir la reserva ovárica son los siguientes:
Recuento de folículos antrales
El recuento de folículos antrales (pequeños sacos que se encuentran en el interior de los ovarios y contienen los óvulos inmaduros) se realiza con una ecografía transvaginal. Aunque dicha ecografía se puede realizar en cualquier momento del ciclo menstrual, conviene llevarla a cabo al inicio, concretamente entre los días dos y cinco del ciclo.
En este caso, se considera normal un recuento de entre cinco y siete folículos antrales en cada ovario. Por el contrario, un número bajo de folículos antrales indica una reserva ovárica disminuida.
Hormona antimulleriana
La hormona antimulleriana (AMH) es una hormona producida por las células de los folículos antrales. Por tanto, unos niveles altos sugieren una buena cantidad de óvulos. La hormona antimulleriana se mide a través de una sencilla analítica de sangre, la cual se puede realizar en cualquier momento del ciclo menstrual.
Con esta prueba, se consideran normales los valores de AMH superiores a 1-1,3 ng/ml. En cambio, unos niveles inferiores sugieren una baja reserva ovárica.
Hormona foliculoestimulante
La hormona foliculoestimulante (FSH) también permite conocer el estado de la reserva ovárica. La FSH es una hormona segregada por la hipófisis (una glándula situada en la base del cerebro) que es la responsable de regular el ciclo menstrual y de estimular el desarrollo de óvulos en los ovarios.
La hormona foliculoestimulante también se mide a través de un análisis de sangre al comienzo del ciclo menstrual, durante los días dos y cinco. Unos niveles elevados de FSH suelen indicar una reserva ovárica disminuida, ya que el organismo intenta compensar la baja cantidad de óvulos produciendo mayor cantidad de FSH. Por tanto, los valores normales suelen situarse por debajo de 10 mIU/mL.
Estradiol
El estradiol es una hormona que se produce sobre todo en los ovarios y, en menor medida, en las glándulas suprarrenales. Juega un papel fundamental en la función sexual de la mujer ya que, entre otras cosas, ayuda a regular el ciclo menstrual.
Los niveles de estradiol se valoran junto a los de FSH. Esto se debe a que unos niveles altos de estradiol pueden suprimir la FSH, lo que podría dar la falsa impresión de una buena reserva ovárica. El estradiol se mide en una analítica de sangre al inicio del ciclo menstrual, entre los días tres y cinco. Se consideran normales unos niveles de estradiol inferiores a 40 pg/ml.
Valores normales de reserva ovárica
Los valores considerados normales pueden variar ligeramente en función del laboratorio y la metodología utilizada. Sin embargo, a continuación vamos a resumir cuáles son, en general, los valores normales de reserva ovárica.
Recuento de folículos antrales
- Recuento normal: se considera normal un recuento de entre cinco y siete folículos antrales en cada ovario.
- Recuento bajo: un recuento inferior a cinco folículos antrales en cada ovario sugiere una reserva ovárica baja.
Hormona antimulleriana
- Valores normales: se consideran normales los niveles de AMH superiores a 1-1,3 ng/ml.
- Valores bajos: unos niveles de AMH inferiores a 1.0 ng/mL pueden indicar una reserva ovárica baja.
- Valores muy bajos: unos niveles de AMH inferiores a 0.5 ng/mL sugieren una reserva ovárica críticamente baja.
Hormona foliculoestimulante
- Valores normales: los niveles normales de FSH suelen situarse por debajo de 10 mIU/mL.
- Valores elevados: unos niveles de FSH superiores a 10 mIU/mL suelen indicar una disminución en la reserva ovárica.
Estradiol
- Valores normales: se consideran normales unos niveles de estradiol inferiores a 40 pg/ml.
- Valores elevados: unos niveles altos de estradiol (superiores a 40 pg/mL) pueden indicar una reserva ovárica baja.
Dicho todo lo anterior, nos gustaría destacar que la interpretación de las pruebas para medir la reserva ovárica debe hacerse en el contexto de una evaluación completa por parte de un especialista en fertilidad. Y es que, la reserva ovárica es solo uno de los muchos factores que influyen en la capacidad reproductiva de la mujer, ya que hay otros elementos que impactan en ella, tales como la salud general, el estado del útero o los hábitos de vida (alimentación, actividad física, tabaquismo…).
Lo que sí te recomendamos, en el caso de que te preocupe tu reserva ovárica o de que tengas más de 35 años y desees posponer la maternidad, es que te pongas en contacto con nuestro equipo médico de especialistas. De esa manera, podrás conocer el estado actual de tu reserva ovárica y, si resulta conveniente, vitrificar tus óvulos, con el objetivo de poder planificar tu vida personal sin que el paso del tiempo interceda en tus planes para tener hijos.