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Tal y como vas a comprobar en este artículo, la infertilidad secundaria -al igual que la primaria- puede deberse a numerosas causas. La noticia positiva es que actualmente existen técnicas de fertilidad que permiten tener hijos a las parejas que padecen este problema, sea cual sea su origen.
¿Qué es la infertilidad secundaria?
La infertilidad secundaria tiene lugar cuando una mujer no consigue quedarse embarazada -ni llevar una gestación a término- a pesar de que previamente ha tenido un embarazo de manera natural y ha dado a luz.
Se considera infertilidad secundaria a la imposibilidad de lograr un embarazo en un plazo de 12 meses, a pesar de mantener relaciones sexuales sin protección de manera regular.
Tal y como hemos mencionado, también nos referimos a infertilidad secundaria cuando la mujer sufre abortos -a lo largo de esos 12 meses- que impiden que la gestación llegue a término.
¿Cómo se diagnostica la infertilidad secundaria?
La infertilidad secundaria se diagnostica de la misma manera que la infertilidad primaria. Como hemos avanzado, las primeras sospechas se producen cuando la pareja no consigue tener un hijo de manera natural en un plazo de 12 meses.
Por ello, una vez que la pareja se encuentra en esa situación, es conveniente acudir a un centro de fertilidad. Allí, nuestros especialistas en reproducción asistida realizan, a ambos miembros de la pareja, las mismas pruebas que en los casos de infertilidad primaria.
Por un lado, a la mujer le hacemos una analítica de sangre completa y una ecografía. Con estas pruebas valoramos aspectos que tienen un papel crucial en la fertilidad. Algunos ejemplos de ello son el perfil hormonal o la reserva ovárica de la paciente.
Por otro lado, medimos la cantidad y calidad del semen del hombre mediante un seminograma. El seminograma -también llamado espermiograma- es la principal prueba para evaluar la fertilidad masculina.
¿Cuáles son las causas de la infertilidad secundaria?
La infertilidad secundaria puede afectar tanto al hombre como a la mujer. Las principales causas por las que se produce esta condición son las siguientes:
- Descenso en la cantidad o la calidad de los espermatozoides del hombre.
- Anomalías en las trompas de Falopio, lo cual dificulta que los espermatozoides fecunden el óvulo.
- Irregularidades en el ciclo menstrual o ausencia de ovulación.
- Complicaciones asociadas a un embarazo anterior.
- Cualquier tipo de patología o condición sobrevenida: endometriosis, pólipos en el útero, infecciones en los órganos reproductores, etc.
- Cambios sustanciales en las circunstancias o los hábitos de vida: edad, obesidad, peso bajo, medicamentos, estrés, alcohol, etc.
¿Cómo curar la infertilidad secundaria?
La infertilidad secundaria, como tal, no tiene cura. Sin embargo, afortunadamente hoy en día existen distintos tratamientos de reproducción asistida que permiten tener hijos a una pareja que padece infertilidad secundaria.
Las técnicas que, en estos casos, ayudan a conseguir un embarazo son las siguientes:
1. Inseminación artificial
La inseminación artificial consiste en introducir una muestra de semen en el útero de la mujer.
Está indicada en mujeres jóvenes (menores de 35 años) y cuando estamos ante casos leves de infertilidad secundaria. Por ejemplo, ligeras alteraciones en el esperma del hombre o pequeños desajustes en la ovulación.
2. Fecundación in vitro
La fecundación in vitro requiere extraer los óvulos de la mujer para, posteriormente, fecundarlos en el laboratorio con la muestra de semen del hombre.
Es un procedimiento que tiene una tasa de embarazo mayor. Y, por ello, se recurre a él en las mujeres mayores de 35 y en las parejas que experimentan problemas de infertilidad más complejos. Por ejemplo, cuando la mujer presenta una reserva ovárica baja o cuando el hombre padece graves anomalías en sus espermatozoides.
Además de recurrir a técnicas de reproducción asistida es recomendable realizar cambios en los hábitos de vida que favorezcan la fertilidad, tanto masculina como femenina.
Algunos de los cambios o rutinas que ayudan a mejorar el pronóstico reproductivo son mantener un peso adecuado, alimentarse de manera saludable, hacer deporte o eliminar tanto el alcohol como el tabaco.
Conclusiones
Tal y como te hemos explicado, la infertilidad secundaria obedece a distintas causas. Sin embargo, la más frecuente es la edad. Y es que, tal y como muestran las estadísticas, en nuestro país hay una gran cantidad de mujeres que son madres primerizas más allá de los 35 años.
En consecuencia, buscan el segundo embarazo unos meses o años más tarde. El inconveniente es que la edad de la mujer juega un papel fundamental tanto para conseguir la gestación como para lograr que el embarazo llegue a término. Por tanto, a medida que pasa el tiempo las personas encuentran más dificultades para convertirse en padres por segunda vez.
Bibliografía
https://www.sefertilidad.net/?seccion=pacientesSEF&subSeccion=faqs
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S2594-21662023000100194&script=sci_arttext